
Una mente visionaria, la del Cavalier Armando Nunzi, logró convencer a un grupo de viticultores para que se unieran a una idea innovadora: fundar una moderna bodega social capaz de recolectar y elaborar vino a partir de las uvas de los futuros socios.
Así fue como el 21 de junio de 1965, el Cavalier Gualtiero Armando Nunzi juntó con un primer grupo de 17 viticultores se reunieron bajo el nombre de Castelli del Grevepesa.
La familia más grande de Chianti Classico, que con pasión y trabajo produce vinos de alta calidad, accesibles a todos, reconocidos y apreciados en todo el mundo.

